Como balas que atraviesan mi pecho.

Me escondo bajo versos que supuestamente deben describir como me siento, me camuflo sobre un boli que escribe en un papel blanco. Me gusta. Me gusta como la tinta va apareciendo poco a poco sobre este papel, me hace querer seguir escribiendo y así alargar mis textos.
Escribo porque me relaja, se supone que soy yo misma cuando lo hago, me siento libre no como al tío que le podrían estar apuntando con una pistola en la cabeza.
Estos versos son como balas que atraviesan mi pecho, sinceros pero a la vez tristes, ¿porque tendría que esconderme tras unas simples palabras? Seria fácil usar un chaleco anti-balas ¿pero para que?si esas balas no me atraviesan físicamente lo harán emocionalmente, así que queda demostrado que no podemos huir de lo que somos o de lo que intentamos escapar o ¿acaso te crees más rápido que una bala de plomo?

Ven.

Ven. Quiéreme. Hazte probar. Quedate conmigo para aprender a soñar. Dejame estar a centímetros. Bueno mejor milímetros. Pero de ti.
Ven. Quiéreme. Quedate conmigo. Eligeme a mi. Valora mis labios y no los suyos. Quiero ser tu miedo a perderme. A que me vaya. A que te quedes solo. Quiero que seas mi acompañante en este viaje sin regreso y equipaje. Vivamos aventuras. No demos explicaciones. Seamos felices. Seamoslo juntos. Tu y yo. Yo y tu. Da igual como lo digas. Pero dilo.
Ven. Quiéreme. Te lo suplico. No te hagas de rogar. Hagamoslo fácil. Que se entere el mundo. La galaxia. El universo. Gritemos lo que sentimos. ¿Empiezas tu?.

Ven. Quiéreme.