Relájate, déjate llevar y disfruta.

Cuando llegas a un lugar y para ti todo es diferente; dejas atrás todas tus cosas y recuerdos mas queridos que poco a poco pueden ir entrando en el olvido. Pero empiezas también a hacer  nuevas cosas que a veces pueden darte miedo o simplemente no te gustan hacer. Cuando lo viejo se cambia por lo nuevo queda un vacío, si, de esos que debes aceptar.
Pero¿ Y si no quieres cambiar nada? Supongo que cuando llegas a esa etapa se madura, se aprende y se empieza a valorar un poco mas lo que se tiene. Que lo desconocido te de miedo es normal pero lo que no es normal es dejar que el miedo decida por ti porque sino estas perdido.
Tienes que ser tu el que decida el camino de tu vida que quieras escoger, enfréntate a lo nuevo, desafía a lo desconocido y ten valor para luchar siempre y no rendirte. Por eso recuerda que cuando llegue un cambio en tu vida relájate, déjate llevar y disfruta.

Sinceramente yo estaría harta si siempre mirara hacia atrás, hay tantos errores que he cometido pero a la vez me alegro de que estén ahí, ya que me han ayudado a ser lo que soy hoy. Hoy ya no tengo miedo a no serlo, a no ser yo, a no relajarme y disfrutar porque se que lo he conseguido ya no miro mi pasado con ganas de volver a el, lo miro sonriendo orgullosa de el, de lo que logre, de lo que llore, reí,...

No tengas miedo, avanzar es ser uno mismo, quedarse parado es perder el tiempo. Tus pies no pueden avanzar solos o los mueves tu o te quedas mirando el camino. Para lograr tus metas hay que ser fuerte y enfrentarse a las distintas etapas de tu vida. Los obstáculos se pueden esquivar solo si de verdad lo deseas.

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"La felicidad"

Tanto tiempo esperando a que brillara el sol, a que lo negro se hiciera blanco y tanto tiempo esperando a poder mirarme al espejo sonriendo y sintiéndome bien conmigo misma. En la vida como bien he aprendido estos días aislada un poco de todo, es que no vale preguntarse porque, ya que te puede hacer daño y no te ayuda a superar el mal que te preocupa, hay que preguntarse para que.
Una vez un amigo me pidió que escribiera sobre mi felicidad, pero lo hizo justo cuando peor estaba y hoy por fin he decidido hacerlo. Mi felicidad es cuando me levanto una mañana y lo primero que hago es pensar en mi misma, sonreír y volver a dormir. Mi felicidad es una gran bola de helado o una comida familiar. Mi felicidad es como la vuestra y como la de todo el mundo, por eso no hay que dejar que nadie nos la quite.
Así que no esperes a que brille el sol ya que se inventaron las bombillas, y los días que no puedas mirarte al espejo piensa que saldrás a la calle con un peinado interesante. Quédate con lo bueno y enséñame tus dientes con las mejores de tus sonrisas.

¿Ves como sonreír no es tan difícil?

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