Cuando todo me va bien tengo miedo porque se que antes o temprano habrá algo que lo fastidie, la verdad es que suelo ser optimista y mucho sinceramente pero cuando te pones delante de la realidad no tienes nada que hacer, ella siempre gana y tu por supuesto pierdes. Nacemos con errores y de ellos aprendemos.
Cuando grandes oportunidades se presentan frente a mí me atrevo a pensar: "todavía no ha empezado y ya se que terminará mal", tengo esperanza aun que a veces la muy cobarde se termine escondiendo, además he de admitir que también suelo aparentar tener las ideas claras pero por dentro soy el peor de los laberintos que haya podido imaginarse. Ahora es el turno del tiempo me toca sentarme, esperar, cruzar los dedos y rezar bien alto.
Cuando te sientas decepcionada piensa que tu tampoco eres perfecta y que a más de uno también habrás defraudado.
Podéis seguirme en @1399mary
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